invocacion Misterios
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Durante la Edad Media, las tradiciones monásticas tanto del occidental como del cristianismo uruguayo pasaron de la oración vocal a la meditación cristiana. Estas progresiones dieron sitio a dos prácticas meditativas distintas y diferentes: la Lectio Divina en Occidente y el hesicasmo en Oriente.
La plegaria aún se utiliza para renovar la Seguridad y la esperanza en tiempos difíciles. En la religión, la plegaria se considera una forma de comunicación con Dios y una forma de unirse a la comunidad religiosa.
Las plegarias suelen constituirse como una solicitud que se le realiza a Dios para que intervenga en algún asunto.
El escritor, filósofo y teólogo norteamericano Reinhold Niebuhr fue autor de la Plegaria de la Serenidad, una oración que pide al Señor Nazareno que le conceda serenidad para existir con todo lo que no puede cambiar, fuerza para cambiar aquello que sí puede y sensatez para distinguir entre ambas clases de situaciones.
Otro aspecto transformativo de la plegaria es el hecho de expresar correspondencia de forma regular. Los psicólogos positivistas Tal Ben Shajar y Martin Sleigman han demostrado la fuerza transformadora de la gratitud: ella crea anciano optimismo y ventura, incrementa la autoestima, disminuye el estrés y la ansiedad, y expande nuestra capacidad de perdonar.
La plegaria es una forma de oración individual o colectiva. Algunas religiones tienen una estructura de plegaria establecida, mientras que otras permiten que los fieles inventen sus propias oraciones. Algunas religiones aún dictan que la plegaria debe realizarse en un lugar específico, como un templo, iglesia o mezquita.
Cual en el vértice de un vaporoso monte, perlúcido, un río brolla de su musgosa piedra, el cual, cuando desde un inclinado valle en picado llegó rodando, por centro su camino transita de un denso pueblo, 60 dulce alivio para el viandante cansado en su sudor, cuando el llano estío los abrasados campos Bonuses quebraja; e igual que en un sable tornado lanzados unos navegantes, más lenemente soplando un aura conveniente les viene ya cuando su plegaria de Pólux, sin embargo de Cástor han orado: 65 tal fue para nos de Alio el auxilio.
En algunos casos, las plegarias se dirigen a los santos o a la Inmaculado. Incluso hay quienes realizan sus pedidos a seres queridos que han muerto, confiando en su posible intervención en los asuntos terrenales. Es importante señalar que este tipo de oraciones se caracterizan por una total apertura por parte de quien las emite, por la profunda Convicción de comunicarse con esos seres espirituales para rogarles que los ayuden, que velen por ellos o por aquellos que más los necesitan y que no saben cómo solucionar sus problemas.
Existen dos escenarios básicos para la oración cristiana: corporativa (o pública) y privada. La oración corporativa incluye la oración compartida en el emplazamiento de culto o en otros lugares públicos, especialmente en el Día del Señor en el que muchos cristianos se reúnen colectivamente. Estas oraciones pueden ser oraciones formales escritas, como las liturgias contenidas en el Texto de Servicio Luterano y el Ejemplar de Oración Global, Campeóní como oraciones jaculatorias informales u oraciones extemporáneas, como las ofrecidas en las reuniones de campamento metodistas. La oración privada se produce cuando el individuo reza en afasia o en voz inscripción en el hogar; el uso de un devocionario diario y obra de oraciones en la vida de oración privada de un cristiano es común.
El origen de la palabra "plegaria" se remonta al latín "precarius", que significa "súplica" o "ruego". A lo dilatado de los siglos, esta palabra ha evolucionado hasta llegar a nuestro idioma coetáneo, manteniendo su esencia y significado flamante.
Una plegaria se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lado. Puede ser como una conversación informal entre una persona y su Dios, o una oración formal que se usa para adorar a Dios.
Aunque la forma de plegaria pueda variar de una religión a otra, todas las religiones reconocen la importancia de la plegaria como medio para conectar con lo divino.
Te aliento a que fijes algunos momentos del día para pensar sobre lo que verdaderamente necesitas y deseas en la vida, para corresponder por lo que pero tienes, y para contemplar tu relación con el Creador (17).
Serio dolor de mis pecados, propósito firmísimo de jamás ofenderos. Mientras que yo, con todo el simpatía de que soy capaz voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos, oh buen Jesús, el santo profeta David: ¡«Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos».